En la provincia de Toledo casi todas las poblaciones, en especial las del extrarradio de la capital, tienen en su haber una, si no varias, de estas urbanizaciones fantasma. Promociones inmovilizadas, en manos en su mayoría del Sareb, el llamado “banco malo” que nació en 2012 para gestionar y liquidar los activos deteriorados (préstamos e inmuebles) procedentes de entidades financieras que necesitaron un rescate del Estado, en su mayoría cajas de ahorro.
Pero la problemática de estos vestigios de la avaricia inmobiliaria no termina en lo estético (aunque la apariencia de de la mayoría de estas casas, tras más de una década de abandono, suele ser bastante ruinosa), sino que va más allá. Valga de ejemplo el caso del que informó clm21.es esta misma semana en el municipio de Burguillos de Toledo.
De urbanización de lujo a paraíso de la okupación en una década
Burguillos es una pequeña población a 10 minutos de Toledo capital, en el que la paz de sus poco más de cinco mil habitantes se vio agitada tras la llegada de una familia de okupas a una de estas urbanizaciones fantasma.
La urbanización El Carrizal, sobre plano, proyectaba varios centenares de viviendas unifamiliares (chalets) pareadas de aproximadamente 300 metros cuadrados repartidos en cuatro plantas sobre parcelas de entre 300 y 400 metros, todo ello situado en uno de los accesos del pueblo, junto a la CM-42 y a escasa distancia del Hospital Universitario de Toledo.
Una obra mastodóntica, de la que solo se ejecutó una pequeña parte, quedando la mayoría de las viviendas a medio hacer.
Durante años los pocos vecinos de la urbanización vivieron con miedo a la okupación, pero tras el boom de la vivienda que vino tras la pandemia del Covid-19, las primeras familias que se instalaron en la zona vieron cómo poco a poco el proyecto de la urbanización El Carrizal se iba revitalizando.
Diversas promotoras adquirieron pequeños lotes de viviendas para finalizar su construcción y comercializarlas con relativa rapidez. No obstante, existe un lote de 29 viviendas, ubicadas en la entrada de la urbanización, que todavía sigue en manos del Sareb y se ha convertido en la Espada de Damocles del vecindario.
Burocracia y baile de cifras
Según ha podido saber clm21.es consultando a diversos inversores que se han mostrado interesados desde hace años en el lote, las viviendas de este lote tendrían de facto un precio muy superior al resto, en su mayoría ya comercializadas. Además del precio, los inversores apuntan a un excesivo trámite burocrático para acceder a la compra, que raya casi el desinterés.
Finalmente, este mismo año el Sareb ha encargado a Aliseda Inmobiliaria la comercialización más activa del lote de 29 viviendas. Para ello, Aliseda ha empleado los servicios de Akris Inmobiliaria, quien comenzó a publicar anuncios de la promoción con un coste 2,6 millones de euros (unos 90.000 euros por vivienda).
Según han declarado varias fuentes a clm21.es, hace cuatro meses un inversor de la zona accedió a la oferta de compra del lote por un valor de aproximadamente 1,87 millones de euros, para lo cual pagó una señal de 58.000 euros a la espera de obtener la financiación para el resto de la inversión.
La noticia del posible comprador fue un balón de oxígeno tanto para vecinos como para el propio consistorio de Burguillos, que desde hace años mira con inquietud a la urbanización El Carrizal en busca de relanzar una zona con gran potencial para el municipio.
Finalmente, antes de que expirara el plazo de la oferta de compra se produjo la okupación de una de las viviendas del lote, en la que se instalaron varios miembros de una conocida familia de la zona, incluyendo un menor, lo que dificulta el proceso desalojo, que en cualquier caso dependería del propietario del inmueble, una vez más, el Sareb.
Ahora, el proceso burocrático vuelve a empezar, los vecinos de Burguillos luchan contra la okupación a pie de calle, pero entienden que la problemática va mucho más allá. Mientras exista la urbanización fantasma, mientras el Sareb no venda las viviendas desocupadas que restan, existirá la sombra de la okupación ilegal.
Desde Aliseda Inmobiliaria señalan que la okupación ha retrasado si cabe aún más el proceso burocrático, al cambiar la valoración de las viviendas, que por el momento ya han sido rebajadas a 1,6 millones de euros.
Tras el cambio de precio, en tan solo una semana, son varios los inversores que han mostrado su interés por la urbanización, pero desde el Sareb han comunicado que, en cualquier caso, la compra no se puede efectuar de manera directa, sino que es necesario superar un concurso, que demorará aún más en el tiempo la posible compra-venta.
Uno entre millones
El de la urbanización El Carrizal es solo uno de los miles de ejemplos, de las historias del día a día que se viven a diario no ya sólo en la provincia de Toledo, si no en todo el país.
Los rescoldos de una de las mayores crisis que ha vivido España, que a día de hoy siguen lastrando a la ciudadanía, a las administraciones públicas y, de manera desapasionada, a la economía.
Una rémora que aún tardará varias generaciones en desaparecer (o no).